Mi día a día empieza a parecer
una prisión ardiente.
Ni yo entiendo cómo te pienso tanto
ni cómo dominas mi corazón y mi mente.
Mis sentimientos están encadenados,
te intento olvidar y me vienes a la cabeza.
Mi mundo gira alrededor de ti,
ni la naturaleza entiende tanta belleza.
Te miro a escondidas,
como si se tratara de un juego,
esperando que en algún momento me encuentres,
como cuando la cerilla busca el fuego.
No sé si tendrás miedo de dejarme entrar
para que este amor pueda empezar.
Abre la puerta tras coger el pomo,
que me encargo yo de darte un beso,
que si estás tu detrás me asomo.
No quiero dejarte ir
sin aún tenerte.
No quiero estar sin ti.
Ojalá y me acompañe la suerte.
Espero que no haya ni corazón roto
ni sueños quebrados,
que pueda encontrar el aire para respirar,
siempre y cuando sea entre tus brazos.
Quiero leer nuestra historia,
quiero saber nuestro destino.
Que tanto tu sensación como mi pasión,
formen un solo camino.
El nuestro,
cargado de ilusión
y emoción.
