Hoy he soñado contigo.
Seguía sintiendo esos nervios,
ese no sé qué extraño
que conseguías transmitirme
los 365 días del año.
Mi intrepidez hablaba por mí.
No mordíamos las palabras.
Se desataba la ilusión
y empezaba a arder la habitación.
De repente, abría la puerta,
pronunciaba tu nombre,
me devolvías la sonrisa
y me esfumaba entre la brisa.
Entonces, desperté.
¿En qué momento se inventó el amor
y cuál fue su principal utilidad
si la mayoría de veces
destruye sentimientos de verdad?
