En la callé te conocí.
Fuimos como dos extraños
en el principio de una hermandad.
Vaivenes,
discusiones,
pero miles de momentos
irremplazables,
llenos de luz,
vitales.
Tu eres la perla
que Jack quiere,
metida en una caja.
Lo único que, esta vez,
la caja es mi corazón
y tú tienes una copia de las llaves.
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