DI CUORE
Ay, el amor.
No se elige el sitio,
Ni el momento,
Ni la edad,
Ni enamorarse.
Ni de quién hacerlo.
Cuando te des cuenta de que no puedes sacarte de la cabeza a esa persona que creías que era propia de un capricho sentimental, te darás cuenta de lo invulnerable que es el corazón respecto la mente y conocerás su inimaginable poder, ya que podrás decirte, de una vez por todas, independientemente del futuro que esté por venir (o que no vaya a llegar nunca, quién sabe), que estás sintiendo de verdad.
Porque ni Cupido tiene hechizos tan mágicos.
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