Qué complicado es el amor,
que ni dejando de pensar
dejas de sentir ese airecillo extraño
llamado tristeza
que te acaricia el corazón.
Qué sensibles son los sentimientos,
que consumen sin medida
todo el ser,
el cuerpo y la mente,
hasta la médula.
Así es
la mecánica del corazón,
una gran tentación,
a veces sin razón.
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