Qué gracioso llega a ser
un corazón delicado;
aún habiéndose partido
sigue con esperanza.
Puedo verte sin estar,
en cualquier ciudad.
Te intento olvidar,
fracaso en el intento.
Me enseñaste a querer
sin que lo supieras.
¿Cuándo llegaría el momento
en que uno se abriera?
En mi mente estás,
no puedo echarte.
Tal vez sea el destino.
Y si el mundo es redondo puede que tú
algún día te cruces conmigo.
Y si el mundo es redondo puede que los dos
algún día sintamos lo mismo.
No parece tenir fin
este sufrimiento,
sangro lo que escribo,
me muero por dentro.
Y si alguna vez
no encuentras camino
puede que la solución
sea estar conmigo.
Y si el mundo es redondo puede que tú
algún día hables conmigo.
Y si el mundo es redondo puede que yo
algún día pueda ser tu abrigo.
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