SENDERISMO
Ella, totalmente convencida de que a la cima se llegaba más pronto yendo por la izquierda, siguió montaña arriba.
Él, en cambio, estaba seguro de que se llegaría antes por la derecha y prosiguió.
¿Cuál fue la sorpresa de ambos?
En la cumbre de su corazón no había nadie, cada uno estaba solo.
El sendero de su vínculo se había llenado de piedras y hierbajos.
Cuando se dieron cuenta de ello, el cielo se los tragó.
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