De otro serán sus labios
cuando mis besos no ericen su piel.
De otro será su cuerpo
cuando deje de contar sus lunares.
De otro será su mirada
cuando mis pupilas ya no se dilaten al verle.
De otro serán sus dedos
cuando los míos dejen de acariciarle en la oscuridad.
Porque penetré en la flaca línea
que distingue desvestir el alma
No hay comentarios:
Publicar un comentario